Depresión

La depresión puede ser experimentada por cualquiera de nosotros como una carga pesada en nuestros hombros, como si estuviéramos atrapados en un túnel oscuro, sin salida a la vista. En un mundo donde la presión social y las demandas diarias son moneda corriente, la conexión humana a menudo se desvanece, dejándonos sentir solos y desamparados.

El aprendizaje social, por otro lado, es un proceso que todos experimentamos a lo largo de nuestras vidas. Aprendemos de nuestro entorno, absorbiendo normas, valores y comportamientos que observamos en los demás. Sin embargo, en el contexto de la depresión, este aprendizaje puede influir en cómo nos percibimos a nosotros mismos y cómo nos relacionamos con los demás. Podemos adoptar patrones de pensamiento y comportamiento negativos que hemos observado en nuestro entorno, lo que puede empeorar nuestra sensación de desesperanza y aislamiento.